Cada año son miles los españoles que eligen este país atraídos por sus playas, sus “todo incluido”, sus aguas y su gente. Pero República Dominicana tiene más cosas que ofrecer al viajero, hermosos lugares, tradiciones, deportes, música, gastronomía… Te proponemos una serie de lugares cuya visita es casi obligada.
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Una de las actividades más curiosas e impactantes que puedes desarrollar por aquellos lares es el avistamiento de ballenas. República Dominicana está considerado uno de los mejores lugares del mundo para observar a estos enormes mamíferos, e incluso es posible bucear cerca de ellos. Entre los meses de enero y febrero, miles de ballenas jorobadas emigran desde el Atlántico Norte para aparearse frente a la península de Samaná. Sobre las aguas donde reposan numerosos barcos hundidos en el siglo XVII por los huracanes o los piratas, el ritual es sencillamente espectacular.
Samaná es una de las zonas más recomendables de la isla para aquellos que prefieren viajar por libre para conocer paradisiacas playas escondidas, como las de Las Galeras, o realizar submarinismo en el sonoro Cabo Cabrón. Aunque su paisaje más conocido es el de Playa Rincón, considerada una de las mejores de todo el Caribe: casi 3 km de calas de arena blanca que hace todavía más espectacular el intenso verde de las palmeras que las rodean y el azul turquesa del mar.
Dominicana es la cuna del merengue y verlo bailar es todo un espectáculo. Como curiosidad puedes asistir a un partido de beisbol, ya que es el país que más jugadores de béisbol exporta a Estados Unidos, y disfrutar de un deporte diferente a lo que estas habituado a ver. Eso sí, si hablamos de “deporte nacional”, el más seguido allí son las peleas de gallos. Para curiosos sin muchos reparos y amantes de jugarse algo de dinero, en cada ciudad o pueblo hay una “gallera”. La más conocida es el “coliseo gallístico” Alberto Bonetti Burgos, en la capital.
En Puerto Plata es parada obligada la destilería de Ron Brugal. El ron dominicano, menos dulce que los producidos en las antiguas colonias francesas o en otros lugares del Caribe, se distingue por su elegancia y su aroma y cuerpo bien definidos. Degustarlo a la caída del sol en la terraza de algún colmado es una de las experiencias más gratificantes para los amantes de esta bebida.
Entre Puerto Plata y Playa Grande están Cabarete, uno de los mejores lugares en el mundo para la práctica del kite surf por el viento y las olas de hasta cuatro metros, y Río San Juan, el lugar perfecto para la práctica del submarinismo. Además de sus montes de coral de entre 6 y 50 metros de profundidad, allí se encuentra una de las mejores grutas de agua dulce que existen para bucear, Cueva Dudu.
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